De camino al balneario de Puente Viesgo, paramos en Comillas con idea de comer en el Capricho de Gaudí (actualmente es un restaurante y esa es la única manera de poder verlo por dentro). Cual sería nuestra sorpresa cuando al llegar nos encontramos colgado un cartel que decía "cerrado desde el 28 de diciembre" (y sin especificar cuando volverían a abrir).
¡Vaya chasco!. -¿Qué haremos ahora?- nos preguntábamos.
Como acababamos de pasar ante un edificio majestuoso preguntamos a una viandante de qué se trataba. La señora nos informó que era el Palacio de Sobrellano y que habitualmente estaba abierto para visitarlo.
¡Os lo recomiendo totalmente! ¡Es impresionante!
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En invierno solo está abierto hasta las 15.30 horas y la visita por los jardines es gratuita.
La entrada al Palacio (solo se visita la planta baja) cuesta 3 €/ persona y la entrada a la Capilla-Panteón otros 3 € (pero os aseguro que el pago queda totalmente justificado). Cada una de las visitas dura unos 20 minutos y se va acompañado por una guía que explica detalladamente tanto cada una de las estancias como la historia familiar.
- Palacio de Sobrellano:
Fué construido entre 1882 y 1888.
El edificio tiene 1.500 m y tres plantas más desván.
Desde 1985, el Palacio pertenece al Gobierno de Cantabria, que lo adquirió al actual Marqués de Comillas en una venta/donación por valor de 70 millones de pesetas.
Lo primero con lo que nos encontramos nada más entrar es con un hall en el que al fondo hay una escalera de doble tiro. A mano derecha hay una puerta (donde se venden las entradas) y a mano izquierda se accede a uno de los salones (en el que encontramos una gran chimenea con los dragones diseñados por Gaudí y una gran mesa de billar). La casa tiene numerosas chimeneas ya que es bastante fría porque dá al norte. El motivo de ello es que el primer marqués de Comillas (D. Antonio López y López) quería ver desde el Palacio la Universidad Pontificia, situada enfrente.
A continuación, se pasa al comedor (con una mesa capaz de extenderse desde 6 comensales hasta 40). En esta habitación, a los lados de la chimenea hay dos puertas (la del lado izquierdo da a unas escaleras de servicio y la puerta del lado derecho es falsa; se creó únicamente para dar una sensación de simetría). Otra curiosidad que nos comentó la guía era que la cocina estaba en la tercera planta (así evitaban que toda la casa oliera a comida) y que para transportar la comida desde la cocina hasta el comedor usaban un pequeño montacargas.
Luego, encontramos una estacia pequeña donde comían los niños de la familia que no sabían comportarse en la mesa. En esta estancia hay un tocador de la primera marquesa (dicho mueble fué trasladado aquí, desde la habituación de la marquesa, cuando el actual marqués vendió el Palacio y se llevó el resto de muebles situados en el primer piso).
De la habitación anterior se pasa al Salón del Trono (también se puede acceder a esta estancia directamente desde el hall o desde otra puerta situada en la fachada trasera del Palacio). Aquí se puede apreciar una pintura en la que aparece el rey Alfonso XII y su familia junto al primer marqués de Comillas.
A continuación, encontramos una sala destinada a servir como salón de baile. Actualmente hay algunos restos antiguos puesto que alguno de los sucesivos marqueses de Comillas fué un apasionado de la arqueología y se dedicó a almacenar aquí muchos de dichos restos.
Por último, se puede ver (desde la puerta) la biblioteca. Aunque parece llena de textos antiguos, lo cierto es que se trata de libros de "papel piedra" dejados allí por los miembros de una película que hace poco se rodó.
De aquí se vuelve a salir al hall y se asciende por uno de los lados de la escalera para bajar por el otro.
Con esto finaliza la visita al Palacio de Sobrellano.
Etiquetas: Cantabria
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